Ingredientes:
- Harina de trigo (400-500 grs.)
- 1 sobre de levadura
- Vino blanco (150 m.l.)
- Aceite girasol (150 m.l.)
- 1 yema de huevo
- Sal (una pizca para la masa)
- 250 grs. nueces peladas y machacadas (para el relleno). Opcionalmente, si se desea, también se pueden agregar avellanas.
- 150 grs. azúcar (para el relleno)
- 4 cucharadas soperas de anís dulce (para el relleno)
- 3 cucharadas soperas de leche (opcional, para el relleno)
- Aceite girasol para freír.
Preparación de la masa:
En un recipiente hondo (fuente o bol), ponemos la yema de huevo, el vino blanco, el aceite de girasol, la pizca de sal y mezclamos bien todo.
A continuación iremos agregando poco a poco la harina y la levadura, amasando hasta que no se pegue a las manos. En este momento, haremos una bola y dejaremos reposar durante una hora o más. Podemos tapar con un paño húmedo o envolver en papel transparemte (film).
Preparación del relleno:
Pelamos las nueces y las aplastamos un poco con un rodillo de cocina, pero sin que lleguen a quedar molidas, ya que una de las caracterísiticas principales de este dulce es encontrar los trocitos de nuez y, en su caso, avellana.
Las ponemos en un recipiente y le agregamos el azúcar, la leche y el anís. Mezclamos todo bien.
Pasado el tiempo de reposo de la masa, estiramos con el rodillo (en una superficie previamente espolvoreada de harina) y vamos cortando rectángulos. Colocamos una cucharita (de las de postre) en el centro de cada rectándulo y enrollamos. Sellamos la masa humedeciendo con un poco de agua. Le damos la vuelta y con un tenedor aplastamos los 2 bordes laterales.
En una sartén, ponemos a calentar aceite de girasol, suficiente para que queden prácticamente cubiertas y se frían mejor. El aceite debe estar bien caliente, pero iremos controlando que no suba demasiado la temperatura, ya que podrían quemarse por fuera y quedar crudas por dentro. Al introducirlas en la sartén, mejor con el borde hacia abajo y luego ya las volteamos cuando estén doraditas por ese lado.
Cuando estén doradas por ambos lados, sacamos sobre un recipiente con papel de cocina, que les quita el exceso de aceite.
Luego pasamos a otro recipiente y espolvoreamos con abundante azúcar y … ¡¡¡ listas para comer!!!
La Casadiella es un dulce típico asturiano que, sobre todo, acostumbramos a comer en carnaval. Aunque ésta es la receta más tradicional, en caso de no tener mucho tiempo, también se puede hacer con planchas de hojaldre compradas. Si queremos que sean más ligeras, se pueden hacer en el horno en vez de fritas.
Existe una variedad de la casadiella que se llama Teresita y se suele hacer de forma cuadrada y rellena de crema.
EL SECRETO: Para que se frían bien por dentro, es conveniente que estiremos bien la masa, quedando lo más fina posible, pero sin que se llegue a romper, para evitar que se salga el relleno.